Se levantó con una de esas resacas que solo el tinto es capaz de producir, lo extraño es que el calendario marcaba un lunes. Asqueado de cuerpo y mente con indisimulada coherencia y unas ganas de vómito en el estómago y en el alma. La búsqueda de razones continuaba y no había sido capaz de encontrar alguna que le moviera a dejar de ser lo que era. Escuch
aba argumentos de algunas personas que decían que el sentido se encontraba en sí mismo, pero él prefería los argumentos de Frankl: la búsqueda de sentido era de algo exterior dios o la pareja, pero como dios ya había muerto (al menos eso dicen) se decidió por la pareja. Por tanto solo existiría en tanto que la buscara y la encontrara. Cuando derrotado se sentía y decidía no moverse en señal de protesta ante el mundo que seguía girando, sentía esas ansías que después de lo dicho, bien podrían calificarse con una tentación desgarradora: la tentación de existir. Y buscaba su otra parte, releía el Symposio platónico, los amorosos de Sabines, el poema número 20 de Neruda; escucha Sabina, la Vargas, José Alfredo, Juan Gabriel; y la tentación se incrementa. Se siente en el eterno forcejeo entre el ser y la nada, en el filo de la espada, viviendo en la flama. Se existe, pero no se existe, es otro estado que solo provoca esta tentación de existir.
aba argumentos de algunas personas que decían que el sentido se encontraba en sí mismo, pero él prefería los argumentos de Frankl: la búsqueda de sentido era de algo exterior dios o la pareja, pero como dios ya había muerto (al menos eso dicen) se decidió por la pareja. Por tanto solo existiría en tanto que la buscara y la encontrara. Cuando derrotado se sentía y decidía no moverse en señal de protesta ante el mundo que seguía girando, sentía esas ansías que después de lo dicho, bien podrían calificarse con una tentación desgarradora: la tentación de existir. Y buscaba su otra parte, releía el Symposio platónico, los amorosos de Sabines, el poema número 20 de Neruda; escucha Sabina, la Vargas, José Alfredo, Juan Gabriel; y la tentación se incrementa. Se siente en el eterno forcejeo entre el ser y la nada, en el filo de la espada, viviendo en la flama. Se existe, pero no se existe, es otro estado que solo provoca esta tentación de existir.
2 Interpretaciones, fantasías, idealizaciones:
totalmente de acuerdo... es una tentación insaciable...
"SE EXISTE, PERO NO SE EXISTE"; me encantó eso wey !..
Suele pasar..pero eso de juan gabriel mejor lo cambio..jeje
Saludos. Vlado.
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