Oquedad

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Soledades disfrazadas, cual mascaradas de carnaval, rondando y festejando en pretendida fiesta tornan mi existencia. Ausencias que se transforman en melodías desgarradoras que producen gemidos y lágrimas. Huecos en la psique que flagelan, dolorosos hasta el hartazgo. Vacío de ser, que deviene en sin sentido una fugaz vida en el firmamento del universo. Carencias de las que adolezco, ¡enfermedad sublime!, productora de vómito y causante de asfixia por las noches. Miserias siempre presentes conforman mi materia y mi forma. ¡Mendigante de caricias! ¡Suplicante de besos! Vagabundo que hace tiempo dejo su casa y se marcho lejos, para huir con singular vehemencia de sí mismo, ¡pobre iluso!

Bernardo viendo “La burbuja” o de los inconvenientes de tener el corazón de pollo

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Platón dividía en 3 estratos su república ideal, a saber: raza de oro (que se dedicarían a la filosofía y por ende al gobierno), raza de plata (los guerreros, encargados de proteger la república) y la raza de bronce (la chusma, la prole, la masa acéfala, jeje), cada uno con su función bien definida e importante para la república. A continuación esbozaremos la descripción de otro tipo de seres que no tienen alma de algunos de estos metales, sino que la tienen de pollo. Lo cual el lector encontrara igual de interesante o inútil, que la distinción platónica.





Resulta que el autor dejando atrás el cuarto, cerrado por derribo, se encaminó al filo de las 10 pm. a la Videosala a ver una película denominada “La burbuja” (no haré reseña de ella, por respeto a mi compa el cinéfilo sarnoso y su bien desempeñada chamba).

La historia era de judíos, en especial de uno que se topa con un palestino y pues de allí hay amor y un resto de cosas que tendrían que ver. Sobra decir que me puse melodramático al grado de que ya no sabía si el folklore estaba allá “adentro” o acá “afuera”. Secándome los ojos con prisa, pues el final es trágico, salgo del lugar con medio riñón fuera de mi cuerpo.

Como era de noche, no me quedo más que pensar sobre lo que había visto, y para evadir los vínculos emocionales y deseos no cumplidos que vi en dicha película, me puse a pensar en que, después de todo, como decía una amiga de la prepa (¡saludos Yahis donde quiera que estés!, ya está bien, ya sé no es radio para mandar saludar gente…): tengo el corazón de pollo.

Podría parecer una virtud sobre la cual esbozar una cierta doctrina ética que me lleve a desarrollarme como individuo, o incluso se me ocurre que podría ponerme a aprender griego para entenderle más al Platón y actualizarlo con gente como yo, pero por 10 buenas razones no me decidí por ninguno de dichos proyectos. Y dado que mi tendencia, como bien dice mi terapeuta, es darle prioridad a lo negativo, esbozaré los inconvenientes de tener el corazón de pollo.

1) No poder escuchar ninguna canción cursi-romántica sin tener alguna sensación profunda. Desde “total eclipse of the Heart” hasta “enséñame a olvidar”, desde “la canción más hermosa del mundo” hasta “la leyenda del mago y el hada”, desde “llorona” hasta “dust in the Ind.”, el autor de este blog se estremece y no puede evitar recordar no se que cosas que ni si quiera a vivido. Acorde a la situación, igual y se hecha una moqueada.

2) Alguien le lleva flores a otro alguien. No importa que sean gardenias, claveles, rosas o flores de plástico. No importa que sea amor heterosexual, homosexual, transexual, pansexual, etc. No importa si alguno de los dos se merece más, no puedo evitar pensar “ve, no manches lo (la) (le) quiere mucho” y sentir un retorcijón en el corazón y emocionarme como si fueran para mí.

3) Ver una película. Si, su servidor representa el melodrama casi idéntico desde su butaca. No importa el género ni la temática, siempre habrá algo que pueda hacer que las vísceras jalen los hilos del los lagrimales. La lista de títulos es tan larga pero resumiremos algunas: Eragon (aunque usted no lo crea), la última del señor de los anillos (y no por el joto de Frodo), La vida es bella (no la quiero volver a ver…), Nosotros los pobres o cualquiera del torito (el melodrama es bastante denso…), La burbuja (todo comenzó bien pero luego: el amor casi imposible, el amigo que siempre ha amado al protagonista, el final, ¡por Zeus!, el final…), etc.

4) Las serenatas. Sí, no importa que se empiece con las mañanitas y de intermedio pongan el mariachi loco, o que el de la rondalla cante peor que Valentín Elizalde; si estoy en estado de hacerlo, haré hasta lo imposible por ver de donde viene la música. Ya me pondré a cantar, cerrar los ojos e imaginándome en un caballo de los de Jorge Negrete llevando serenata o de doña en un balcón del centro de la ciudad de México.

5) Historias de amor. He leído sobre el amor desde los griegos hasta los malditos, y me emociono. Pero también, cuando leo alguna historia o un blog referente al amor, me mueve aún más, no importa la mala ortografía y sintaxis ni la temática ya bien trillada, lo que importa son los finales felices o trágicos que me dejen con las lágrimas a punto de abandonar mis ojos.

6) Fotos. Desde las de la infancia (hermanos, primos, amigos, arrimados, etc.) hasta las más recientes, me provocan un no se que. No obstante, como podría deducir cualquier lector con un poco de perspicacia, mis preferidas serían las que reflejan algo del amor: parejas abrazadas, tomadas de la mano o con un clásico beso, y allí estoy por minutos observando.

7) Videos de Youtube. ¡Oh, sí! El último placer descubierto. Obra decir que entre la madrugada de ayer y la mañana de dicho día, ví 20 videos (repetí muchas veces) con escenas de películas como Boreback, Get Real, Primer Verano y mezclas de canciones como: Magia de Rosana, Sin miedo a nada de Alex Ubago, y pues ya se imaginaran el retorcijón de vísceras y el montón de papel moqueado.

Hasta aquí algunos de los inconvenientes, espero y los lectores se persuadan mediante este breve listado y no necesiten más razones para no adquirir un corazón de pollo en su tiendita de la esquina o en su farmacia de confianza.
Obviamente la foto es de la película Srek. Y la bajé de : http://www.movie-poster.ws/movies/wallpaper/cartoon/shrek/shrek_cat.jpg

De madrugada

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Son las 3 y 10 de la mañana, todo mi cuerpo pide irme a dormir, pero yo no quiero. Detesto esa cama fría, como tumba, sin ti.



Las sabanas, tan transparentes, no son capaces de cubrir mi desnudez.
La colcha no calienta más este cuerpo marchito.
Mis sienes ya no descansan sobre las almohadas,
muertas en mil batallas por traerte de vuelta aunque sea en el recuerdo.



Sobre el colchón abundan miserias que ido levantando por la calle, tan indigno fui para que me las dieran en mis desgastadas manos así que arañe el sucio piso para recogerlas.
Hay unas cuantas monedas, libros sin sentido y libros que apagarían esta sed.
Andrajos que mal llamo ropa y una agenda nueva, cansada de esperar el momento en que pueda usarla para anotar una cita contigo.........



No quiero esa cama por ataúd…

quiero salir a buscarte al momento, vagar por las sombrías calles si es necesario.

Sea la oscura noche mi manto y la blanca Selene mi guía,
¡que los dioses todos me ayuden a encontrarte!



He mendigado caricias, como pan, alimento que no satisface mi hambre inmensa.
He suplicado besos, como agua, líquido que no sacia mi infinita sed.
Solo migajas y gotas, que por lástima me han aventado, llevo en este cuerpo.



Deambulo como sombra,

con ojeras que se han convertido en el adorno predilecto de mis ojos,

con un temblor que invade mis miembros

y una mirada que finge observar cosas concretas,

cuando te ve a ti en cada partícula de este nefasto universo.

Elegia

Author: B. Rimbaud / Etiquetas:

ELEGIA






Los que tenemos unas manos que no nos pertenecen,
grotescas para la caricia, inútiles para el taller o la azada,
largas y flácidas como una flor privada de simiente
o como un reptil que entrega su veneno
porque no tiene nada más que ofrecer.


Los que tenemos una mirada culpable y amarga
por donde mira la Muerte no lograda del mundo
y fluge una sonrisa que se congela frente a las estatuas desnudas
porque no podrá nunca cerrarse sobre los anillos de oro
ni entregarse como una antorcha sobre los horizontes del Tiempo
en una noche cuya aurora es solamente este mediodía
que nos flagela la carne por instantes arrancados a la eternidad.


Los que hemos rolado por los siglos como una roca desprendida del Génesis
sobre la hierba o entre la maleza en desenfrenada carrera
para no detenernos nunca ni volver a ser lo que fuimos
mientras los hombres van trabajosamente ascendiendo
y brotan otras manos de sus manos para torcer el rumbo de los vientos
o para tiernamente enlazarse.


Los que vestimos cuerpos como trajes envejecidos
a quienes basta el hurto o la limosna de una migaja que es todo el pan y la única hostia hemos llegado al litoral de los siglos que pesan sobre nuestros corazones angustiados y no veremos nunca con nuestros ojos limpios
otra día que este día que este día en que toda la música del universo
se cifra en una voz que no escucha nadie entre las palabras vacías
y en el sueño sin agua ni palabras en la lengua de la arcilla y del humo.



Salvador Novo

Imagen de: http://www.lamalarosa.com/uploads/images/posts/manos.jpg

Del 18 de julio de 2007

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Hoy quiero cantar a las musas del dolor, a aquellas que Sócrates y demás joviales pretendieron enterrar con sus eudemonias que fructificarían en Aristóteles. Pretendo que el dolor transite por todas y cada una de las células de mi cuerpo y mi corazón, en lugar de sangre, bombee lágrimas tristes. Que olviden mis labios su antiguo sonreír y aprendan las muecas que más reflejen las desgracias. Sea mi rostro como el del doliente Heráclito. De nuevo aparezcan heridas en mis venas que permitan escapar el vital líquido de mi cuerpo. Hágase mi cuerpo girones y pedazos de carne de tantos golpes recibidos. Una vez listo, que acompañé el coro mi triste canto y sea como el arpa de Orfeo, capaz de revolver sentimientos en los demás, en este caso de amargura. Mis lágrimas he descargado en una copa que poco a poco se ha llenado y, con el coro de rodillas, elevo la copa vierto la libación: “benditos sean dioses del Olimpo”, y apresuro a beberla, imaginando la más dulce cicuta…


Imagen de: http://blogs.ya.com/cosasdecasa/files/rosa_negra.jpg

Asqueroso como tu existencia

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Asqueroso como tu existencia, destilas fétidos aromas como estúpidos pensamientos. Dime, ¡OH, emulo al estagirita en clasificaciones!, si aún te consideras humano. ¿No sería más digno encerrarte en la coherencia que tanto pregonas y que muchos en verdad creyeron ver en ti? Abre tus manos, toma aquí esta tu razón. No, no te preocupes nadie te la va a ganar, puedes seguir pretendiendo manejar todas las variables y autocastrarte. Tanta inteligencia pretendes desplegar, tantos enigmas desentrañar y no eres capaz, miope de intelecto y de sentimientos, ni de distinguir un objeto de un sujeto. Todo es objeto para ti, tus manos torpes quieren mover todo, pero terminas por arruinarlo y destruirlo. Pocos son los que se enfrentan a tu infantil fijación, los que se afirman y escapan de tu asqueroso líquido simbiótico. ¿Quieres objetos? Los puedes encontrar fácilmente, manipúlalos cuando los encuentren. Ya te veré declamando aquella bella metáfora del artesano: “entre sus manos, la arcilla toma forma”, que yo igualaría a la del buen pastor, guía de la masa. Pero eso encubre solamente tu falta de tolerancia a la diferencia, a ver al otro como lo que es, como sujeto, no como objeto. Y como ando muy bíblico, finalizo esta descripción de tu asquerosa existencia con algunas líneas del Apocalipsis: “…y como no eres ni frío ni caliente, sino tibio, te vomito de mi boca”.

De Nietzsche

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“Prefiero que nada sea verdadero antes de que vosotros tengáis razón, antes de que vuestra verdad tenga razón”
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Friedrich Nietzsche
en:
"El origen de la tragedia"

Alfonsina y el mar

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Alfonsina y el mar




Por la blanda arena que lame el mar Su pequeña huella no vuelve mas, Un sendero solo de pena y silencio llego Hasta el agua profunda, Un sendero solo de penas mudas llego Hasta la espuma.

Sabe dios que angustia te acompaño Que dolores viejos callo tu voz Para recostarte arrullada en el canto De las caracolas marinas La canción que canta en el fondo oscuro del mar La caracola.

Te vas alfonsina con tu soledad Que poemas nuevos fuiste a buscar ...? Una voz antigua de viento y de sal Te requiebra el alma y la esta llevando Y te vas hacia allá como en sueños, Dormida, alfonsina, vestida de mar ...

Cinco sirenitas te llevaran Por caminos de algas y de coral Y fosforescentes caballos marinos harán Una ronda a tu lado Y los habitantes del agua van a jugar Pronto a tu lado.
Bájame la lámpara un poco mas Déjame que duerma nodriza en paz Y si llama el no le digas que estoy Dile que alfonsina no vuelve... Y si llama el no le digas nunca que estoy, Di que me he ido...

Te vas alfonsina con tu soledad Que poemas nuevos fuiste a buscar...? Una voz antigua de viento y de sal Te requiebra el alma y la esta llevando Y te vas hacia allá como en sueños, Dormida, alfonsina, vestida de mar...


Ariel Ramírez

Félix Luna
Interpreta: Tania Libertad

6 de julio

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No, dijo que no era tan grave. Aseveró que de nuevo ponía palabras demasiado dolorosas en el guión del coro o bien, que matizaba con colores exagerando la tempestad que pretendía representar sobre mi vida. Después del escurrimiento de las gotas de agua de mis ojos y de la aparición del moco perenne (como lo llama en su terminología mi bienamada ninfa vouyerista), descargue mi confusión y esos residuos tan incómodos en un kleenex. Y comprendí, quedar sin amigos no era lo mismo que quedar solo, aunque a esto le sumáramos estar sin pareja también, el resultado de ambas no era una soledad absoluta como creía. No bastó ejemplificar (afortunadamente), ni hicieron falta más analogías con el pasado; aparecía en el horizonte como algo claro y distinto (aunque no por ello sin dolor) que debía de vivir. ¡Ah!, resuena aquel eco guestaltiano: “¡Soy conciente y me vale madres!”, ahora es vivencia, sentimiento y la tan despechada responsabilidad, de la que ni pariente lejano soy.

Fascismo Vincular

Author: B. Rimbaud / Etiquetas:

Por fin lo entiendo y como intuición, hija de Rimbaud, presta lo anoto en mis hojas de condenado (blog de condenado en este caso) no quiero miserias, dejo de lado los bultos y con toda propiedad entono el “Odi profanum vulgus, et arceo” [Odio al vulgo profano y lo alejo] de Horacio y apresuro a poner en la frente de mi habitación, émulo al lema académico, letras que digan: “no entre aquí el que no use su ser plenamente”; no importa que mi existencia devenga en soledades oceánicas, melancolías y nostalgias que se expanden al infinito. Viviré desgarrándome en la tortuosa espera pero que más da: las lágrimas, las cenizas y el pelo rapado por el suelo ya no van conmigo...

Para el autopretendido hombre más frío y racional del mundo

Author: B. Rimbaud /

Mi querido y muy estimado Anónimo (al fin y al cabo usted y yo sabemos quien es, no ¿es así?). Quisiera que antes de leer lo que sigue, deje su diccionario mental para que evite estar corrigiendo acentos y demás mamadas sintácticas por otro lado, ruego deje sus esquemas de argumentos porque esto es todo lo que quiera menos un argumento lógico; así que parto del supuesto de que hará eso (¡como si fuera posible!). Creo que a usted, por algún númen nefasto (sí, nefasto en toda la acepción de la palabra) le fue prohibido (algo externo le castró dicha facultad) como tema tabú, todo lo que se relacione con los sentimientos; al grado que no me lo puedo imaginar (¡Zeus sabe que lo he intentado!) sintiendo frente a los demás, ¿alguna vez sentiste mi estimado como el mundo puede comprenderse en los ojos de una persona? ¿has sentido como pierdes toda tu vida cuando dicha persona te aleja? ¿Has vivido, mi querido anónimo, en la flama? ¿Has sentido el desasosiego que causa la existencia y la no existencia dadas por una persona externa? Sabes, sin duda, que es la causa material en Aristóteles, pero dudo que lo hayas sentido, que hayas hecho tuyo el sentirte inerte y necesitar que alguien externo te moldé entre sus dulces dedos. Ya sé, utilizo demasiado el “has sentido” ¿pero sabes? me importa un carajo, así que continúo, mi estimado: ¿Has sentido la perennidad del universo en los labios de la otra persona? ¿Cómo sentir que te asfixias sin ésta? Te cambió la moneda: ¿Has sentido que la vida no tiene sentido, que el mundo continuará girando a pesar de que tu no puedas continuar con el flujo infinito del devenir? ¿Has sentido la levedad, en toda su expresión? ¿Has probado el rechazo y el desencanto? ¿Has bebido de la copa amarga del dolor y te has dejado penetrar por él en cada célula de tu cuerpo?...Mi querido monstruo frío, ¿Ha sentido, como nunca, como corona de espinas, como ataduras dolorosas, una emoción que inunde todo su ser y le cause las ansías de vomitarla, fuera de sí? Si lo ha sentido, se ha sentido como yo y no tendría porque preguntar si es atención lo que quiero, si por otro lado solo enfoca mis escritos con su torpe miopía racional no encontrará más que pseudos-explicaciones. Pero mi querido monstruo frío, el más frío de los monstruos fríos, yo lo siento he parido todo esto con harto dolor y me ha costado, no venga usted a enredarme con sus preguntas retóricas: ¿qué es lo que quiere saber, si usted ya lo sabe todo? ¿Qué le puedo explicar si ya se ha explicado todo usted? Cualquier cosa que le pueda yo decir está por demás, si no siente, o más bien si pretende no sentir…Y pude habérselo escrito en diálogo, en tragedia, en tragicomedia o ensayo pero ¡ni madres! Le mando mi riñón completo esperando y le indigeste un poco y le saque de su estado de zombi lógico.

Llueve

Author: B. Rimbaud / Etiquetas:



Llueve…como el jueves de la semana pasada en que nuestro encuentro se vio frustrado, como el resto de la semana en que no supe de ti. Gota tras gota, con furia infinita, hieren al piso y asesinan al poco silencio que habitaba en tu ausencia. Recuerdo tras recuerdo, anegas mi mente y empapas mis emociones como a lo lejos el agua de este temporal ha inundado calles. Los estallidos de las descargas eléctricas me aterran como tu voz cuando dice que no podrás. La brisa húmeda y helada me traslada a otro mundo tal y como hace unas horas lo hicieran tus labios. Y la lluvia se convierte en causa eficiente de la reminiscencia de los momentos a tu lado, impregnando el aire de la nostalgia de estar a tu lado; mi cuerpo, titiritando de frío, mendiga tu abrazo para tener un poco de calor pero tú te alejas, como las nubes deslizadas por el viento dejando la inundación del sentimiento atrás. Llueve, llora el cielo como lágrimas vertieron esos ojos que tuvieron la osadía de mirarte, cuando tal vez no deberías de ser mirado.


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