Rueda mi mente

Author: B. Rimbaud / Etiquetas:

Casi no te conozcoy no te dejo de pensar
estas tu en mis palabras
rueda mi mente donde estas
casi no te conozcoy no te dejo de pensar
.
¿Sabes? La verdad es que no soy gay.
Dijo con una voz un tanto insegura, mientras una leve risa se escuchaba en la bocina.
- Tu no dijiste que eras gay, dijiste que eras bisexual ¿recuerdas?
- Bueno como sea, el chiste es que es un momento por el que todos debemos atravesar.
La picardía que debía suponer la frase, no se desarrollo.
- Y esos momentos, ¿son por temporadas? ¿fechas? ¿ocasiones especiales?
- Pues mejor lo hablamos cuando nos veamos ¿va?

Rafael no sabía como tratar esa nueva situación en su vida. Los encuentros furtivos en otros lugares habían sido lo suyo, pero ahora esto que aparecía traía a la luz nuevos conflictos para si. ¿Qué era lo suyo? ¿Hombres? ¿Mujeres? ¿Qué implicaba tomar tal o cual decisión?

Estaba seguro de que Alberto le gustaba, le parecía atractivo y nada que pudiera normalmente disfrutar. Incluso por eso había tomado la determinación de ser él quién propusiera la actividad para ambos. Pero no sabía que pasaría realmente.
Dicen tus ojos algo
muero de curiosidadcomo seguirte al paso?
como saber a donde vas?
Casi no te conozco
y no te dejo de pensar

Las horas pasaban, los cigarros se iban terminando proporcionalmente con los segundos. A lo lejos, se escucha el sonar del timbre. De inmediato se reincorporó para abrir. Eran amigos. Después de saludos, acepto su invitación a salir, justo media hora antes de pasar por Alberto.

Pláticas sobre los eventos recientes, mientras Rafael seguía pensando en lo qué estaba por ocurrir. Participaciones en la plática para el disimule:
- Sí, yo solo me tomé 2 de tequila.
- Aún quedan vacaciones.
Y otras frases que cumplieron su objetivo.

8 minutos más tarde de lo propuesto, se encontraba fuera de la casa Alberto, y éste a su vez se encontraba afuera como lo habían pactado. Fue éste quien se quedó sorprendido. Pues al qué esperaba no venía solo como él había propuesto, sino en compañía de personas que si bien le eran indiferentes, no brindarían el espacio adecuado para la plática que se habían propuesto. No obstante, no le quedó de otra y se reunió con el contingente que se le presentaba.

Rafael no sabía por donde empezar, apenas algunas platicas referentes a las fiestas. Alberto, más sincero y decidido, abandono la reunión ante un atónito Rafael. El resto de la noche, resultó ser tan parecida a las anteriores: la música, el alcohol, la gente, etc. que nadie notó la ausencia de la personalidad que era característica de Rafael, perdido en sus pensamientos.

El día siguiente, Rafael pasó varias veces por la casa de Alberto esperando toparlo aunque sin saber precisamente que haría si aquello llegara a suceder. Después, otra fiesta logró entretenerlo y con unas cervezas encima, se fue detrás de una camioneta con sus demás amigos.
Dejas al paso huella
que yo sigo sin dudar
Como saber si sientes
lo que yo siento si te vas?
Casi no te conozco
y no te dejo de pensar

Ya pasado de copas, y sin poder agarrase, pidió a otro de aquellos amigos que le gustaba. En el transcurso, pasó por casa de Alberto quién extrañamente estaba afuera de su casa. Como pudo, Rafael se quitó los brazos de aquel amigo y trato de voltear la mirada hacia otro lado fingiendo no mirar a Alberto, que no pudo disimular su cara de decepción.

Copas más tarde, Rafael lamentaba su actuación y se dirigía a casa de Alberto. Que importaba que fuera tarde. Tenía que decirle que quién le gustaba era él, que la cita anterior había sido un fraude, que él mismo se sentía mal por lo que había pasado. Quería pedirle que esta vez si le diera aquel beso que quiso postergar para después y que no había llegado.

Tocó el timbre, cosa no hecha hasta ese momento. Todo le parecía tan caótico, que pasaría si los padres en lugar de Alberto, eran los que habrían ¿qué problemas habría de ocasionar para ambos? Pero toda duda se disipó cuando vio un rostro familiar.

Intercambiaron saludos, y Alberto no dijo palabra extra.
- Estás muy callado hoy.
- Pues no sé me ocurre nada que decir.
- Sabes, creo que la regué. Si quería estar contigo pero no sabía que hacer.
- Vaya, yo creía que ya se te había pasado ‘la’ temporada.

El cerebro de Rafael era un caos, tratando de hilar ideas que parecían inconexas.
- Es que si me gustas, pero…
- ¿Pero?
- No sé.
- ¿Sabes Rafael? Creo que fue un error, discúlpame yo también andaba demasiado ebrio cuando traté de robarte el beso en la fiesta, supongo que es mejor que dejemos de lado eso, ¿no crees?

Rafael sabía que en definitiva no quería eso, pero no se le ocurría más.
- Podríamos salir otro día.
- Me voy mañana, mis vacaciones ya se han termiando.

En definitiva todo se complicaba.
- Tengo que arreglar algunas cosas, nos veremos luego.
Le extendió la mano para despedirse. Rafael no pudo más y se abalanzó sobre él, besándolo para la sorpresa de Alberto que sintió los bellos y húmedos labios rozándole el alma.

- No te vayas.
Le susurró al oído.
- Quédate conmigo.
Imploró como un niño pequeño.
- Rafael, sabes que lo haría, creo que sobra decirte lo mucho que me gustas pero tengo que irme mañana, no puedo cambiar eso.
- Sé que desperdicie tiempo, pero entiéndeme esto no es fácil.
- Lo sé, pero yo también tengo una vida, y complicada.

Lo volvió a besar, mientras sus cuerpos se juntaban más, sin importar las personas que los observaban y que habían sido el supuesto impedimento para no concretar eso días atrás.

- No sabes cuanto te he esperado.
Fue Alberto quien tomó la palabra.
- No es poco el tiempo, pero ante la última negativa y tu actitud de hoy, creí que lo mejor sería resignarme.
- Sentí que te perdía…
- No puedo cambiar las cosas, mañana me tengo que ir Rafael.
- Por favor…no te me vayas, no ahora…
Rueda mi mente, no se detiene
presiento que ya no se detendra
todo termina siempre en tu nombre
rueda mi mente tras de ti
me temo que me voy a enamorar

Y se aferró a su cuerpo, como nunca lo había hecho con el de ningún otro humano (hombre o mujer). Mientras Alberto también sentía un ansía incontrolable de tenerlo a su lado.
- Podrías venir conmigo, unos días, si gustas…
- ¿Lo dices en serio?
- Claro.
- Tendría que ver muchas cosas.
- Piénsale, total ya tienes mi número.

Alberto lo acompañó a su casa. Ambos se tomaban de la mano. Rafael no podía ocultar lo conflictuante que era aquello para él, pero se sentía tan bien andar de la mano con aquel hombre que tanto le gusta. La noche se cerró con un beso, en las puertas de su casa.
Rueda mi mente, no se detiene
presiento que ya no se detendra
todo termina siempre en tu nombre
rueda mi mente tras de ti
me temo que me voy a enamorar

8 Interpretaciones, fantasías, idealizaciones:

vanto y vanchi dijo...

Ay qué cosa tan más chida es el amor y los besos y los hombres...

...y los bisexuales...hmmm...todavía no me convencen, pero se les respeta...

besos!

Dídac Muciño dijo...

Me gusto, como convinas los dialogos, con esas versos poeticos.... que se me hacen conocidos.. son de tu creacion mental?

Es horrible cuando una persona no tiene definida su horientacion sexual, se complican tanto la vida.

:D

Saludos mi estimado Rembuad

Catalina Carrasco dijo...

Buen texto, imaginé cada palabra que leía... Es difícil el asumir que uno tiene una orientación sexual diferente a la del resto de las personas, aquí en Chile todavía se discrimina mucho a los homosexuales (tanto hombres como mujeres), pero de a poco hay que abrir las mentes. Me gusta la idea de embellecer estos temas a través de letras como éstas.

Ahh, y en realidad no se me ocurre otra idea de como encontrarnos para conversar, pero bueno, supongo que algún día nos toparemos por ahí.


Saludos.

B. Rimbaud dijo...

Gracias por sus comentarios.

Vanto: Pues ni a mí, de hecho no me convence ninguna etiqueta basada en el aspecto sexual...de que el amor es chido lo es.

Dídac: Rueda mi mente!!!

Lineas: Te he agregado pero no nos topamos. Gracias por estar al pendiente de mis escritos. Te mando un abrazo...Ánimo

Jorge L. Chacon dijo...

Un post de-li-cio-so !

B. Rimbaud dijo...

Chacón: Que milagro! Que bueno que te gustó!

el juntacadáveres dijo...

bueno... y si lo dejamos en que cada quien su cola¿?... y nos dejamos de ocupar de eso... podría ser no¿?...

B. Rimbaud dijo...

Pues efectivamente juntacadaveres, el problema es que desde el otro lado no se ve así...ante todo, ya lo he dicho en otro lugar, somos humanos buscando ser, buscando el amor, pero el miedo nos paraliza y hace que nos agarremos de cualquier categoría para defendernos...

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