Sin sentido

Author: B. Rimbaud / Etiquetas:













Se antoja escribir, escribir como nunca. Formar con mis letras el argumento infalible a favor del suicidio. Cantar, con la más desgarradora voz, las miserias de la vida, ser uno con el absurdo. Dejar de cerrar los ojos para que no se vea el estado de enrojecimiento. ¡Que las heridas revienten! Que la sangre brote formando una corriente hacia un lago donde se escape mi existencia. Después de todo: ¿acaso tiene algo que ofrecer una vida sin sentido? ¿No es la banalidad el pan nuestro de cada día? Ladren perros, destrozo su fantasía: la destrucción es la destrucción, por más que se engalane con los más finos perfumes. El soplo de Tánatos está allí, mientras le respiran a su lado. ¿Para qué hipocresías? ¿No es acaso el hombre el único viviente que puede elegir? ¿Entonces? ¡Fuera máscaras! Que los frutos de Dionisio corroan hasta el fondo de las entrañas. Sea la respuesta la más acertada: ¡Por destrucción, por eso y nada más! Pues bien, el hombre se afirma también en la manera en que elige su sendero hacia la muerte, en arrancar de los dioses el sacro derecho de cortar el cordón de plata de la vida. Dime mortal, ¿por qué ocultas el goce de dicho privilegio? Vida solo hay una, y es harto eterno el esperar el advenimiento de la muerte. Mientras tanto, tormentos que azotan al alma, una incesante búsqueda de bálsamo para las heridas que no cicatrizan. Calvarios que se alternan, sueños paridos muertos y una estúpida contemplación de las Ideas. Elige, hombre, el fruto de la tierra, aquel que te haga delirar. Asesina primero tu individualidad, en cuerpo y alma sumérgete al culto de una nueva deidad no anunciada antes: al hijo de Hades y Dionisio. No corras asustado, es que tú ya le adorabas sin saber a quien ofrecías libaciones. No hay otro dios: ¿quieres huir de la labor de Sísifo y del eterno retorno? ¡He ahí! ¡Entorna el nuevo cántico! Llena tu copa y deja que tus sentidos se apaguen lentamente. No niego que esto es tan efímero como todo lo que hay sobre este mundo sublunar, pero cuando comience tu febril estado, no necesitaré de un silogismo para persuadirte. Si Camus decía que la Filosofía debía de dar cuenta del por qué no habríamos de recurrir al suicidio, entonces está ha fallado; después de todo, ésta, como dijo Wittgenstein, deja al mundo como lo encuentra: insípido, sin la menor pizca de sentido…












Imágenes: J. L. David "La muerte de Marat"
Y Tiziano "Sísifo"

3 Interpretaciones, fantasías, idealizaciones:

Anónimo dijo...

Una delicia leer esto. Quizá leerte aporte algo de sentido. Cuando todo lo demás falla, siempre ha de salvarnos el arte.

Erranteazul dijo...

De lo más hermoso que te he leído. Es...como un sendero que me lleva hasta ahí, justo hasta ahí, el lugar del no retorno, pero lo haces tan atractivo, tan sugerente...incluso dulce. ¡Cómo no escuchar a Dionisio...¡...como ignorar el espacio de Hades¡
Y leerlo nuevamente será otro placer.
Ahhh...Rimbaud, sublime!!!
¡NETA!

B. Rimbaud dijo...

Gracias...La verdad es que no hay una palabra allí que no sienta desde lo más profundo de mi alma. Tiene manchas de sangre, de mi sangre. Es fruto mío, parido con el dolor que solo es capaz de dar la existencia.

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