Sábado por la noche

Author: B. Rimbaud /

1) Que el negar algo no nos da una cosa concreta, no se llega al ser por esta vía. Decir que una cosa no es roja no es decir que sea azul, sino que nos deja en una indeterminación infinita con respecto a la cosa que estamos enjuiciando.

2) De la misma manera, renegar respecto de alguna norma, modelo, institución, preferencia, costumbre social y apenas negarla es solo un paso que si bien es importante, no conduce a nada si se queda en sí mismo.

3) Por otro lado, si niego una cierta discriminación contra mí y construyo un nuevo paradigma, a este se le debe de exigir que supere de alguna manera el anterior, requerimiento que para nada es cumplido en la actualidad.

4) Se niega, se construye pero como se basa en esa negación y no en una afirmación de lo que se es se construye sobre aquello y se cae en la columna vertebral de la primera visión: la discriminación, la negación de otro(s) yo(s) diferente(s).

5) Así, en lugar de afirmar y expandir lo que el individuo considera como suyo, se confina a un espacio en el que se piensa completamente libre, pero que devendrá en su propia cárcel, como el lago que no fluye y estanca sus aguas.

6) Pudiendo ser habitante del mundo, se hace ciudadano de una minúscula polis amurallada; si la humanidad entera podría ser su hermana éste, el individuo que niega y no afirma, se convierte en un extranjero hasta de los que considera hermanos en la batalla.

7) Por mi parte, solo una restricción me separa de los individuos, mi tolerancia y mi respeto solo tienen un límite: el no re-conocimiento de los demás, la negación de cualquier individuo.

8) Que al afirmar que un lugar sea ‘Gay’ se basa en la negación de que no es un lugar heterosexual (o ‘normal’), por lo que termina por ser tan discriminativo como lo sería un lugar de estos últimos. El impulso a fundar tal o cual lugar con esta tendencia, responde a una necesidad vital del individuo como lo es expresar sus afectos pues en el devenir citadino le está más o menos vetado. No obstante, como no parte de una afirmación (es decir, querer un lugar donde se detonen esos afectos y se comparta la abundancia de ser) sino de una negación (nace de una necesidad urgente), termina por ser envolvente para el sujeto, que termina por perderse y constituir su patria en ese montón de metros cuadrados que más que enaltecerlo, le denigran.

9) Al olvidar que su patria es el mundo, su conformismo es tal que se queda con un pedazo de lo que es su tierra para expresar todo el infinito juego de sentimientos que se pueden desarrollar en su interior y termina volcándolos de manera torva hacia la mercancía que se le vende, vulgarizando lo que merece la mayor sacralidad: su yo, como portador y generador de sentimientos. ‘Extrañamente’, en lugar de exigir la abundancia para sí, se queda con ese migaja cual mendigante, hambriento antes, hambriento ahora, pero resignado.

10) Que no hay un reconocimiento del otro. Pues si el individuo que asiste a dichos lugares se viera en el otro (que no lo hace), terminaría por exigir de manera vehemente (cuando menos constante) los mismos derechos para sí, basándose en la tan predicada igualdad de todos, que por más que se busque parece inexistente en estos momentos.

11) No hay una afirmación del individuo como tal: homosexual, heterosexual, bisexual, etc. por la sencilla razón de que no se toma conciencia de la propia vida y el rol que se cumple en la sociedad, de los derechos y libertades que se pueden y deben exigir. Sino que, por el contrario, hay un conformismo con lo que ya está dado aunque no satisfaga: una relación de pareja que solo puede desarrollarse en cafés, bares o antros con una bandera multicolor; un matrimonio con cierta estructura que fomente el consumo y la generación de más mano de obra, por ejemplo.

12) La necesidad de una apertura en general se siente como inherente a nuestra situación. Desde trabajo interdisciplinario en las escuelas hasta lugares donde se goce de una VERDADERA DIVERSIDAD en todos los ámbitos: afectivos, intelectuales, sexuales, etc. Por que sería en dicho desarrollo donde se afirma desde la abundancia tanto de elecciones como de individuos y todo lo que se adquiere de esta gran fusión contribuye a un enriquecimiento tanto de la persona como de la sociedad.

13) Que hablar de una ‘Comunidad Gay’, de ‘Feminismo’ y ‘Machismo’, ultimadamente y por más cambio de matiz es la misma cosa: hablar de un cierto grupo que en base a negar al otro y pretende afirmar una cierta identidad, obteniéndola solo en mera ilusión, por que el individuo no existe por sí solo sino en la compañía de personas (ser para sí, ser para otros).

14) Tolerar sería yo: mi mundo, tú: el tuyo. Conozco, más no re-conozco.

15) Respetar no es recluir-me yo y recluir-te tú, respetar es reconocer-te como otro yo, reconocer-nos como interactuantes dentro de este mundo. Saber-nos con derecho a encontrarnos y ser, cada uno, en todo lugar. De donde se deduce que los lugares solo son preferentes y elegibles por el gusto del individuo, no porque el individuo sea de una manera en uno y de otra en alguno distinto; y que para ser debe escoger necesariamente un lugar dado.

16) Que se puede aplicar esto a distintos grupúsculos sociales: cultura alternativa, gays, lesbianas, intelectuales, ‘otros’ movimientos, etc.

17) Que así podemos entender otros sitios de afluencia social: comercios con la bandera multicolor, tianguis cultural, plazas comerciales, círculos de iniciados, etc.

18) Por mi parte, soy primero humano con los otros, antes que escoger un grupo o sitio como esencia o explicativo de mi ser. Me afirmo, autoafirmo, conozco, autoconozco, con el devenir: una lucha constante: no más, no menos, solo lo que es.

2 Interpretaciones, fantasías, idealizaciones:

el juntacadáveres dijo...

cómo llegaste a estos enunciados¿?... quiero platicar contigo de esto...

Erranteazul dijo...

Un camino, una filosofía, un destino. El ejercitarlo a diario es chidísimo. Ojalá sea así.

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