El que vive de esperanza la esperanza lo mantiene

Author: B. Rimbaud / Etiquetas: ,

“El que vive de esperanza, la esperanza lo mantiene…"*








¿Qué pasa cuando Afrodita, Zeus, Dionisio, Hera, Apolo y todos aquellos dioses donde depositamos nuestra esperanza mueren?

Queda la esperanza flotando solo en el éter…aleteando como el espíritu del dios cristiano antes de la creación. Pero ésta buscara por todos los medios encarnarse a algo o alguien. Si lo logra, el individuo que le da su propia ansia vital ha sido salvado.

Pero cuando el individuo ve desfallecer ante sus atónitos ojos la esperanza que forjó tras mil noches en vela, derrama dos lágrimas y con el rostro, al igual que el cuerpo, petrificado no sabe que la causa eficiente de su vida se ha ido.

Ignora que se ha convertido en una cosa, apenas diferente de los objetos por respirar y deambular, que no moverse deambular. No sabe que si bien no ha perdido nada material ni vincular, al edificio que sostenía la llamada esperanza se le han arrancado los cimientos que llevan éste nombre.

¡Oh corazón! Apenas palpitaras, pero ni todo tu esfuerzo logrará que tu amo sienta tus golpes en su pecho, la sensibilidad se ha ido.

La pregunta sería: ¿es lo mismo hablar de esperanza y de sentido? Podemos estar solos: sentimental y materialmente, pero si hay un sentido en ello somos capaces de soportar tal situación. De la misma manera, si estamos esperanzados a que las cosas van a mejorar, podemos tolerar la circunstancia.

Por lo anterior, pareciera que si no son una y la misma cosa, son dos caras de la misma moneda, necesaria para comprar la vida del día a día. Perdida, el hombre se enajena, se pierde a sí mismo, ya nada le importa, ya todo le da igual. Es materia sin movimiento, pasividad eterna.

Las lágrimas fluirán formando ríos que no podrán contener sus antiguos límites; los ojos cansados de manar agua salada enrojecerán hasta el hartazgo.

Toda acción y decisión son vistas como lo mismo, es más o menos un nihilismo, pero no con la ilusión pérfida de éste, sino con un abandono que se da en automático que se da en la misma mente del individuo y que éste, per se, no lo desea.

El cuerpo se va jorobando, de suerte que podría decirse que en unos instantes han transcurrido años para el doliente. Su cuerpo pierde el vigor y su piel el aroma natural con que antes engalanaba aquel ente.

Si, inconciente de lo que ha perdido en ese momento, el individuo continúa actuando, puede que algún númen celeste se apiade y deje que la esperanza se hermane con él o le llevará suavemente a que encarne en alguna cosa del mundo sensible. Pero, por el contrario, el hombre se da cuenta de que en esa pequeña moneda ha perdido todo lo que era antes y logra hacerse la pregunta existencial cumbre: ¿Para qué vivo?, ya no habrá marcha atrás.

Buscará como un sediento en el desierto el agua que alivie su necesidad urgente, probara aquí y allá: de un pozo y de otro; hasta verse saciado. En esa actitud la vida aún es sufrible, aún se tiene la esperanza de encontrar la esperanza, lo que mantiene en pie al sujeto.

El clímax de la desesperación solo se alcanza cuando se pierde la esperanza de la esperanza, cuando se sabe que no hay nada afuera que sacié las exigencias de adentro; que la esperanza, como tal, como relación deseo-objeto, ya no es posible bajo ninguna manera.

El agua sabe diferente, el aire está enrarecido, los colores tienen tonalidades extrañas, todo lo que aparece a los sentidos se presenta como deformado. El individuo se desploma, estando de pie, se encuentra en vigilia mientras duerme, es el más solo de los hombres solos no obstante encontrándose entre la multitud, es el más miserable teniendo satisfechas todas sus necesidades.

Se encuentra en la cima de la crisis, a un paso de convertirse en un humano de carne y hueso que encuentra el sentido y la esperanza en sí mismo; no obstante todo le arrastra para que dé el paso en sentido contrario y lanzarse al abismo de la nada…

*Canción: El pescador
Interpreta: Lila Downs

Imagen:http://www.studiomezzo.com/images/Desesperanza.jpg


2 Interpretaciones, fantasías, idealizaciones:

Erranteazul dijo...

But, because hope is there, i'm waiting!

Hiram dijo...

En cuanto al rol de los Dioses en la siquis, el sicoanalista Carl Jung los consideraba arquetipos del inconciente colectivo, y Joseph Campbell (sicoanalista, mitógrafo y mentor de George Lucas durante su autoría de Star Wars, y uno de los hombres mas brillantes del siglo 20) estudió los mitos y Dioses bajo la lupa junguiana y extendió esta ciencia y la popularizó.

Los mitos, dijo Jung, son a la siquis colectiva lo que los sueños son a la siquis individual, nos ayudan a entender el drama intrasíquico que los produjo. Sin Dioses, el hombre se ve vacío, los Dioses y mitos son mapas sicológicos, fósiles del alma que nos ayudan a entender nuestra historia y configuración sicológica. Los artistas pueden fácilmente tocar lo transpersonal y arquetipal: de hecho, la palabra inspirarse viene del latín y significa 'en-espiritarse', es decir llenarse del Espíritu. Por eso no me sorprende que te dediques a ponderar el misterio que impregna tu imaginación cuando escribes poesía, es un misterio que te ha tocado.

No es lo mismo esperanza y sentido. La esperanza mira siempre al futuro y se ancla allí, mientras que el sentido mira a cualquier lado, con frecuencia al pasado, y sus raíces se montan allá ... y puede por eso ser pesimista o optimista. La diferencia puede ser grande.

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