Otro día, otra esperanza

Author: B. Rimbaud / Etiquetas:






Otra ilusión más que muere con la realidad, igual de importante y diferente como una ola que se estrella con un sólido peñasco. Pero tan dolorosa como una aguja clavada en mi cuerpo.

Después de ver fijamente tus ojos en los que creí encontrar la verdad, mi verdad, resulta que tu ser devino en falsedad. Tu rostro entero, que veía como un espejo de lo que la belleza debería de ser, logro esconderse bajo una máscara que considere como tu verdadera cara.

Los himnos que cantabas con tu dulce voz, no fueron otra cosa más que mentiras con las cuales envenenabas a mi mente aturdida por el perfume que inhalaba de tu piel.

Tus caricias, tan tiernas y lascivas a la vez, ya no producían el extraño temblor con que mi cuerpo responde al placer, pues ahora solo puedo sentir esas caricias como escupitajos lanzados con desprecio hacia mí.

Con el cuerpo hecho jirones y el alma mutada en un mar de amargo llanto, mi mente afirma, con éstas líneas, la vuelta a la levedad de este mundo. No hacen falta proposiciones lógicas, ni método deductivo inductivo, inútil es una fenomenología inclusive una ciencia, para saber que lo trascendente no está aquí.

El mundo no fue dotado con otra substancia que no fuera la asquerosa presencia del no ser; algún númen se divierte, sin duda, de todo mortal que con sus frágiles dedos, la punta del cielo pretende alcanzar.

1 Interpretaciones, fantasías, idealizaciones:

Anónimo dijo...

Pues esta padre tu blog, me gusta como escribes!

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